viernes, 1 de marzo de 2013

HellBook, el inicio de las páginas


Era casi mitad del año 2004, aún no se sabe con exactitud lo ocurrido; la evidencia de aquel suceso ha sido borrada totalmente, o al menos así se cree.
Muy poco se conoce de esta historia. De los millones de usuarios que se encuentran registrados en esta enorme red social, sólo unos cuantos conocen el rumor.
Se dice que cuando el Boom de las páginas se puso de moda, existió una llamada «HellBook» que promovía contenido relacionado al gore. La página que se había creado un 6 de junio de 2004 creció rápidamente, llegando a los mil likes en menos de un día.
El objetivo de la página nunca fue claro, y contaba con apenas cuatro administradores:
Andrea (creadora y encargada de la publicidad);
Zower (encargado de las imágenes gore);
Pablo (no se conoció qué cargo tenía, pero era entre publicidad, videos y publicaciones gore);
Mikhail (escritor).
Después de permanecer exitosamente seis meses vigentes, se convirtió en una de las páginas principales en los temas que trataba. Sin embargo, y a pesar de atraer más de cien mil seguidores, la página desapareció de súbito. Se pensó que había sido finalmente clausurada por los creadores de Facebook, puesto que recibía denuncias constantes sobre las imágenes explícitas que publicaba.
Pronto, varios de sus seguidores empezaron a crear páginas similares tratando de emular a sus administradores, con poca suerte. Alguno llegó a difundir capturas de imagen de HellBook mostrando el sadismo que se ilustraba en cada una de sus publicaciones; pero rápidamente las imágenes relacionadas fueron eliminadas.
Hubo un momento en el que se desató un rumor sobre la procedencia de las imágenes: se dijo que la creadora, Andrea, publicó un grupo que llevaba el mismo nombre, en el que se invitaba a los usuarios a unirse con la única condición de no mencionar el grupo en otras páginas. Dentro de éste se compartía imágenes y vídeos Snuff, en los que habían estado involucrados dos administradores.
Otro rumor era que el escritor, Mikhail, usaba estos sucesos para poder crear sus historias; de allí vendría su pequeño texto al final de sus creaciones «Basado en hechos reales».
Tres meses después, un joven colombiano de dieciséis años, mediante su propia página, aseguró que había sido uno de los administradores de la desaparecida HellBook, afirmando en una de sus publicaciones que el cierre de la página se debió por la falta de tiempo de los administradores:
«Puedo decir que sí, alguna vez pertenecí a su página, pero no compartía los gustos que ellos tenían. Inclusive en una ocasión discutí con la creadora —Andrea— sobre las publicaciones gore, que ya eran cada vez más fuertes. Siempre intervenían los otros justificándose con que todo era para ganar likes. Luego, y a pesar del éxito de la página, se echaron para atrás. No quisieron seguir con el proyecto, simplemente no querían continuar, diciéndome que se debía a falta de tiempo, cosa que no les creí ya que siempre estaban conectados. Luego vino el cierre y por último me eliminaron de sus contactos. Así acabó la “era HellBook”.
—Morales».
Los antiguos seguidores de HellBook no demoraron en rechazar tal declaración asegurando que ésta fue sólo para ganar popularidad, llenando de inmediato el muro de la página de comentarios ofensivos para el administrador.
En el año 2008, luego de cuatro años de ausencia, una página bajo el nombre de «Infected H.» aparecía en las redes sociales. Casualmente el nombre de los administradores coincidían con aquellos de HellBook, con la diferencia de que las publicaciones trataban sobre temas paranormales, de ocultismo y música (Metal).
La página llamó la atención de muchos cibernautas, no sólo por el tipo de publicaciones que tenía, sino por el rumor que se tejía sobre los administradores. Una vez más, los administradores tuvieron una acogida rápida por sus seguidores hasta el punto de igualar su antigua página; sin embargo, Andrea, Zower, Pablo y Mikhail negaron en repetidas ocasiones estar relacionados a HellBook.
«Puedo asegurarles, que ni soy escritor, ni pertenecí a aquella página. Si me puse este nombre fue por el juego Resident Evil, sólo por eso; es más, ni siquiera sabía que existió esa página, así que ya déjense de estupideces, que estamos recibiendo muchas denuncias del Face’  por publicaciones que ni siquiera hicimos.
—Mikhail».
Después de aquel mensaje la página desapareció sin dar más explicación.
La última aparición registrada por parte de los administradores fue en el año 2012, bajo el mismo nombre, HellBook, pero con una menor aceptación, casi pasando inadvertidos.
Todos los hechos e historias que se formaron sobre los administradores y la página fueron prácticamente silenciados, y los pocos usuarios que se atreven a afirmar la existencia de esa página terminan siendo bloqueados por Facebook.
Actualmente no se conoce el paradero de ninguno, pero aún se rumorea que el administrador «Mikhail» circula en algunas páginas, contando ciertas historias que posiblemente sean reales.
Detrás de toda historia hay una pequeña verdad. Detrás de todas mis líneas hay un poco de maldad. No soy Santo, pero tampoco enfermo, sólo busco inspiración; y si la vida de unos cuantos es el precio de la imaginación, sin dudar las ofrecería para crear mi propio mundo de ficción.

Luna Pálida


En la última década y media se ha vuelto infinitamente más fácil obtener exactamente lo que se busca con sólo un par de tecleos. Internet ha simplificado demasiado el uso de un ordenador para cambiar la realidad. Un vergel de información está a sólo un motor de búsqueda de distancia, hasta el punto de que es difícil imaginar una vida diferente.
Sin embargo, hace una generación, cuando las palabras Streaming y Torrent no tenían sentido salvo en conversaciones sobre agua, la gente se veía cara a cara para formar grupos de intercambio de software, cambiando aplicaciones y juegos en diskettes de 5″1/4.
Por supuesto, la mayoría de encuentros eran un medio para que los individuos hicieran intercambios frugales entre ellos de juegos como King’s Quest o Maniac Mansion. Sin embargo, una serie de talentos nacientes de la programación diseñaron juegos para distribuirlos entre sus círculos de contactos, que a su vez los irían pasando hasta que, si era lo bastante divertido y estaba bien diseñado, un juego independiente acababa encontrando un lugar en las colecciones de aficionados de todo el país. Pensad en ello como el equivalente a los videos virales en los años 80.
Luna Pálida, por otra parte, nunca salió del área de la bahía de San Francisco. Todas las copias conocidas se han perdido hace tiempo, todos los ordenadores que lo ejecutaron se encuentran enterrados bajo capas de basura y poliestireno. Este hecho se atribuye a un número de abstrusas decisiones de diseño tomadas por su programador.
Luna Pálida era una aventura textual al estilo de Zork and the Lurking horror, en una época en la que este género estaba quedando pasado de moda. Una vez ejecutado el programa, el jugador se encontraba con una pantalla completamente vacía, con la excepción del texto:
- Estás en una habitación oscura. El brillo de la luna entra por la ventana.
- Hay ORO en la esquina, junto a una PALA y una CUERDA.
- Hay una PUERTA al ESTE.
- ¿Comandos?
Así empezaba el juego que el escritor de un fanzine perdido hace tiempo describía como “enigmático, sin sentido y completamente injugable” Los únicos comandos que el juego aceptaría eran COGER ORO, COGER PALA, COGER CUERDA y IR ESTE, y el jugador se encontraba después con lo siguiente:
- Cosecha tu recompensa
-LUNA PÁLIDA TE SONRÍE
- Estás en el bosque. Hay caminos al ESTE, NORTE y OESTE
- ¿Comandos?
Lo que enfureció rápidamente a los pocos que lo jugaron era la naturaleza confusa y llena de fallos de la segunda pantalla – sólo una de las direcciones era la correcta. Por ejemplo, en esta ocasión, un comando para ir a cualquier dirección que no fuera NORTE llevaría al bloqueo del sistema, obligando a reiniciar el ordenador entero.
Más allá, las pantallas subsiguientes parecían limitarse a repetir el texto, con la única diferencia de las direcciones disponibles. Peor aún, los comandos habituales de las aventuras textuales parecían ser inútiles. El único comando no relacionado con el movimiento aceptado era USAR ORO, lo que provocaba que el juego mostrara el siguiente mensaje:
- Aquí no.
USAR PALA, lo que mostraba:
- Ahora no.
Y USAR CUERDA, que escribía:
- Ya has usado eso.
La mayoría de los que lo jugaron superaban un par de pantallas antes de hartarse de reiniciar su ordenador y tiraban el disco por ahí, describiendo la experiencia como una farsa chapuceramente programada. Sin embargo, hay una verdad universal sobre los ordenadores, sin importar la época: Algunos de sus usuarios tienen demasiado tiempo libre en sus manos.
Un joven llamado Michael Nevins decidió ver si había más en Luna Pálida de lo que se veía a simpe vista. Cinco horas y treinta y tres pantallas superadas a base de ensayo y error y desenchufes después, finalmente consiguió llegar a una pantalla que mostraba un texto diferente:
- LUNA PÁLIDA SONRÍE AMPLIAMENTE
- No hay caminos
- LUNA PÁLIDA SONRÍE AMPLIAMENTE
- El suelo es blando
- LUNA PÁLIDA SONRÍE AMPLIAMENTE
- Aquí
- ¿Comandos?
Pasó otra hora hasta que Nevins dio con la combinación de comandos correcta que le permitió avanzar aún más; CAVAR HOYO, TIRAR ORO y LLENAR HOYO. Esto hizo que la pantalla mostrara:
—— 40.24248 ——
—— -121.4434 ——
Momento en el que el juego dejó de aceptar comandos, obligando a reiniciar el ordenador una vez más.
Después de mucha deliberación, Nevins llegó a la conclusión de que los números hacían referencia a líneas de latitud y longitud – las coordenadas llevaban a un punto en el bosque salvaje que dominaba el cercano Parque Volcánico Lassen. Ya que poseía mucho más tiempo libre que sentido común, Nevins estaba deseando ver a Luna Pálida por su final.
Al día siguiente, armado con un mapa, una brújula y una pala, navegó por los caminos del parque, observando impresionado que cada giro correspondía con los que había tomado en el juego. Pese a que al principio se arrepintió de cargar con la herramienta de cavar, la similitud del camino no hizo más que confirmar que su viaje terminaría con él cara a cara con el tesoro enterrado del excéntrico programador.
Sin aliento después de la complicada lucha con las coordenadas, se encontró agradablemente sorprendido dando tumbos por un camino de polvo suelto. Cavando tan emocionadamente como él lo hacía, sería comprensible decir que se sorprendió mucho cuando sus pesados golpes desenterraron la cabeza en avanzado estado de descomposición de una niña de cabello rubio.
Nevin informó rápidamente a las autoridades. La chica fue identificada como Karen Paulsen, de 11 años, cuya desaparición fue denunciada un año y medio atrás al Departamento de Policía de San Diego.
Se llevó a cabo una investigación para encontrar al programador de Luna Pálida, pero el área gris y anónima en la que los círculos de intercambio de software operaban llevó irremediablemente a multitud de caminos sin salida.
Se sabe que los coleccionistas han ofrecido verdaderas fortunas por una copia de Luna Pálida.
El resto del cuerpo de Karen nunca fue encontrado.http://morirdelmiedo.blogspot.com.ar/